jueves, 31 de julio de 2008

Cierra la puerta

Caí en mi trampa....hace muchos años, cuando la estética acompañaba a mi cuerpo y comenzaba a entrenar el verbo-además de ese verbo-transcurría mi penúltimo año escolar cuando conocí a una bella chica, Pamela, a la pobre la seguí todo el bendito año, ella rogaba que llegasen las vacaciones, pedía a gritos que el timbre también gritase la hora de salida, ya no aguantaba mi terquedad. Y es que fui muy insistente, al borde del acoso. Pero eso también me llegó a cansar y tiré la toalla, fue lo único que pude tirar...le dije chao a la persecución y apunté a otro blanco, bueno a otra blanca, Paola, una niña jugando a ser mujer, traviesa y muy risueña, la preferida de los lobos de mi aula, agrego que compartía la movilidad escolar con estas dos fanáticas de, la entonces, Shakira pelinegro; eso me daba cierta ventaja, pues si no lo conseguí con una, pucha dos ya sería una gran derrota. Bien, entonces nuevamente el verbo afloró mientras trataba de sofocar al otro verbo; palabras van, palabras vienen y como quien no quiere la cosa: pum, la chica cayó, al fin tenia enamorada en ese año colegial. Ello sirvió, sin quererlo, para que Pamelita se pusiera saltoncita, y me diera algunas entraditas, lástima que no fue la entradita para mi verbo, pero algo era algo.
Hice un amague a mi "enamorada" y acompañé a Pamela hasta su casa, fue un dia sin movilidad, después de la clase de educación física y demás circunstancias, de esas que sólo se ven en las novelas mexicans. Cuando llegamos al pie de la escalera que conducía a su casa, inicié una de las más memorables escenas de amor que haya realizado jamás. Unas cuantas lágrimas adornaron la faena, promesas de amor eterno y, por añadidura, se dio el anhelado beso, un beso que merecía ser subtitulado con la palabra "FIN".
Al día siguiente tuve que darle la mala noticia a Paola, quien lo tomó muy sereno, demasiado diría yo.
Todo fue felicidad, los pajarillos cantaban, la luna salia, el sol rayaba, todo bien.
pero lamentablemente un día Pamela faltó al cole, para qué lo hizo, nunca debió hacerlo...ese bendito día las amigas de Paola me "convencieron " de ir a un aula alejada del colegio donde me estaría esperando Paolita para "conversar conmigo", vaya y si que conversamos, lástima que no entendíamos mucho lo que hablábamos, y es que boca a boca como que no funciona el diálogo.
Pero todo se tornó frío, frío, cuando por un ups del momento me percato que nos acompañaban, cual afinados violinistas, las amigas de Pamela...carajo debo tener más cuidado, nunca debo hacer cosa semejante, para la próxima cerraré la puerta con llave.